No sé como lo hice pero puedo aguantar cosas peores, alguna vez caí al océano llamado amor en el que llegué a tocar el fondo de forma brusca y dolorosa llegándome a dañar más que físicamente… mentalmente. Pase mucho tiempo ahí, ahogada en el fondo sin que mis fuertes gritos de auxilio fuesen escuchados, con todas las esperanzas perdidas creyendo que ni el mismo Dios me escuchaba. Nunca llego un bote salvavidas, tampoco un buzo que estuviera explorando y quisiera ayudarme a salir a respirar oxígeno, pasaban muchos peces que trataban de ayudarme, me aconsejaban pero de nada sirvió…
Recuerdo que un pez me dijo “No deberías estar ahí en el fondo de este océano, es para disfrutar, el océano amor es hermoso cuando sabes disfrutarlo y vas en compañía de alguien que sabe flotar en él, pero perdón por la gente que a veces llega a contaminarlo, la humanidad a veces no es consciente de lo mal que hace algunas cosas”.
De a poco estaba saliendo a flote, pero tampoco era alentador ya que me estaba acostumbrando a vivir con el pesar de la presión que ejercían los metros de profundidad del océano amor sobre mis hombros… sobre todo mi físico y sobre mi mente.
Una vez sentí que me sacaban a la superficie, a veces eran sólo simples falsas alarmas, estaba acostumbrada a no emocionarme al sentir esto así que con el tiempo ya no esperaba rescate alguno, no había esperanza, no había fuerza y no había sentir, el frio del agua perforaba mis huesos y me convertía en una persona realmente fría. Llegó ese día, no era ninguna falsa alarma… me estaban dando alegría, esperanza, tranquilidad y el frío de mis huesos desapareció al momento de sentir un cálido abrazo rodeando mi cuerpo. Era alguien que había llegado y quería entrar en este océano para nadar conmigo, para flotar en él.
A veces terribles corrientes pasan por acá, constantemente se forman Olas… Pero se puede aguantar.
Yo no dejaré que nos hundamos.-
God <3